"No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores."
En el Evangelio de hoy se nos relata la vocación de Mateo, el cobrador de impuestos. Para los judíos, la profesión de Mateo era de las ofensas más grandes para el pueblo, pues cobraba impuestos para el imperio que los tenía subyugados, además, se creía también que el cobrador robaba para sí mismo.
Por eso asombra de sobre manera que Jesús lo llame y coma con él. Pero a Jesús no le importa su vida anterior, le importa que Mateo, al ser llamado, de forma inmediata dejó todo y lo siguió. Que en nuestra vida podamos ser como Mateo a la hora de seguir a Cristo, y no ser como los fariseos cuando alguna otra persona desee también acercarse a Jesús.