La celebración de hoy nos invita a poner nuestra mirada completamente en Dios, para comprender el amor que nos tiene y que nos ha demostrado a lo largo de la historia: Dios Padre que nos ha creado, Dios Hijo que nos ha redimido, y Dios Espíritu Santo que nos ha santificado.
Es también una invitación a vivir según Él mismo nos ha revelado en Jesucristo: amando a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como como nosotros mismos.