Jesús les dijo: «Id.»
El evangelio de hoy nos pone en perspectiva de algo curioso: el pueblo, al darse cuenta de que aquellos endemoniados ya se habían curado, no se alegran por el milagro realizado, sino que se inquietan por lo que hizo Jesús con los cerdos. ¿Cuántas veces nosotros también pasamos por alto aquellas cosas buenas realizadas por Dios en nuestra vida y sólo prestamos atención a lo negativo?