"Estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor"
Jesús sabe que cuando nos alejamos de nuestro Supremo Pastor, que es Él mismo, nos sentiremos siempre extenuados y abandonados; Él es el único que puede realmente llenar nuestro corazón, el único que puede verdaderamente liberarnos de los "demonios" de nuestra época. Por eso se ha quedado con nosotros "hasta el fin del mundo" en el sacramento de la Eucaristía, y nos dice que sigamos rogando para que hayan muchos obreros para su mies, sacerdotes santos que lo hagan presente aquí y ahora.